sábado, 6 de febrero de 2016

Carta a un heteroconfundido



Carta a un heteroconfundido




Hola, ¿cómo estás?

Hoy quise a dirigirme a ti pensando principalmente en todos los momentos bonitos y escondidos que hemos vivido y han quedado perpetuados en mi memoria.

Debo decir que eres un ser maravilloso, lleno de valores y cualidades excepcionales. De una sonrisa angelical y de un sentido de la vida increíble. He aprendido contigo a ver la vida desde otro ángulo, especialmente desde el oculto.

Sé que en este momento debes andar por la vida agradando a personas que se siente felices con tu presencia, tus temas de conversación y sobre todo con tus historias resultantes de un largo caminar que tienes por el mundo.

Hoy te escribo esto en nombre de cientos, miles, millones de personas que quizá han querido decirlo pero les da miedo porque tus encantos disminuyen su autoestima, su amor propio. Sin embargo, es hora de hablar y decirlo: ¡eres el ser más destructor que pueda existir sobre la faz de la tierra!

Siempre creí que el mayor problema de la comunidad LGBTI era su incoherencia, en algunos casos, entre igualdad y discriminación entre ellos y ellas. No obstante, luego de caminar mucho la vida he descubierto que los heteroconfundidos son la mayor amenaza a esta comunidad.

Para dejar claro, término heteroconfundido se refiere a aquellos “hombres” que solo buscan placer en otros hombres y que siempre van a querer estar etiquetados como heterosexuales. Ustedes querido amigo deberían ser enjuiciados por daños y perjuicios por la ley. Se portan como los más enamorados en la noche pero el día los más indiferentes y hasta homofóbicos.

No sé qué les pasa por la cabeza, pero de todo corazón te pido a ti que te alejes de la vida de aquel que te ofrece todo el amor del mundo creyendo que eres el príncipe de cuento de hadas. No le hagas daño al que te quiere y te ama. Si solo quieres sexo, búscate una novia o simplemente paga por él.

Personas como tú hacen del mundo un lugar invivible, oscuro y triste. Ve en busca de lo que de verdad quieres y déjanos la vida en paz.

Adiós.